Por: Esteban Londoño Vásquez
el 26 de abril insultaron el recinto del concejo de Bogotá rindiendo homenaje a un terrorista asesino como lo fué Carlos Pizarro, la izquierda descarada auspició este nefasto escenario donde participaron tres importantes personajes para la izquierda: Clara López, Aída Abella y Hollman Morris. Estos tres personajes durante años se han llenado la boca de improperios y calumnias hacia sus detractores políticos, bien acostumbrados están a acusar de paramilitar, mafioso, corrupto a cuanto contrario político se les ocurra, pero abierta y descaradamente rinden homenaje al líder de una organización terrorista que secuestró, extorsionó, mató a miles de colombianos y además tuvo la osadía de tomarse a sangre y fuego el palacio de justicia. Qué tipo de lógica es esta? corrijo la pregunta, tiene esto un mínimo de lógica? lo que nos dan a entender es que en su mente admiran a personajes ruines y creen que la ideología justifica el delito, un pensamiento tan atroz como éste carece de toda lógica y en igual medida le sobra desvergüenza, dirán que ya se había desmovilizado, pero acaso la desmovilización limpia el delito y convierte a los criminales en ciudadanos correctos y además de todo homenajeados?
Hagamos el ejercicio tratar de entender qué tienen en la cabeza estos dirigentes cuando se riegan denigrando a tal y a tal político, acto seguido abordan un avión hacia la Habana donde se reúnen y se toman fotos con una sonrisa de oreja a oreja acompañados de los principales asesinos de colombianos, quienes han desangrado a nuestra amada patria durante 50 años. Será que en su mente los colombianos somos unos borregos miopes que no merecen el más mínimo respeto? Tan convencidos están de que no vemos las motivaciones de su actuar? Que no nos crean tan incautos diciéndonos que estas reuniones se fraguan en aras de la paz, pues bien saben que la manera en que se está negociando en la Habana no es siquiera el principio de la paz, la realidad es que están haciendo fiesta porque sus camaradas vienen a hacer política y con toda la plata del mundo. Que peligro que unos personajes de estos que son tan hipócritas como reconocidos, tengan voz tan fuerte y capacidad de difamar a ciudadanos de bien, cuando ellos mismos representan a la política que defiende e idolatra a genocidas y además pretenden jactarse de poseer una superioridad moral solamente porque pregonan discursos románticos que no aplican.
Pongamos todos nuestro grano de arena para desenmascararlos, no permitamos que se sigan dando ínfulas de jueces morales, pero sobre todo condenemos y repudiemos esa desfachatez.
Esteban Londoño Vásquez
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